domingo, 27 de abril de 2008

Cercos imaginarios para “el escenario de la discriminación”.



La fortaleza de ataño se ha convertido en el castillo de nuestra conciencia”. Michel Foucault


Las calles son complejas, la ciudad se tiñe de un color extraño a la hora de querer intentar el ejercicio de la validación de derechos. Ya no quiero hablar de integración… quienes somos nosotros como sociedad para hablar de integración social…las personas que no están “integradas” nunca debieron no estarlo, se ve más complejo el tema, creo que aquí opera un tema de validación de derechos, a la integración le sostiene tener que resolver un tema de error de sociedad.

Hay algo que tiene que ver con el empoderamiento social: transformación de uno mismo en las relaciones sociales y culturales, esto significa que las personas vuelven a recuperar su poder para influenciar y diseñar su situación de vida, en contra de la exclusión, para la participación democrática y los derechos humanos. Y esto lo puede generar una persona con o sin discapacidad (diversidad funcional intelectual).

En el caso de nuestro proyecto, “Teatro & Diversidad”, se genera esta acción desde el trabajo teatral comprometido (un teatro crítico – social) bajando solos las barreras que el medio social crea para la discapacidad y ocupando el espacio que por derecho humano les corresponde ocupar, no por un tema de sociedad sensible que ahora los quiere acoger e integrar., sino únicamente por derecho propio.

Al hablar de integración también se apela a la frontera del mundo de la supuesta “normalidad” y el de la “no - normalidad”, ¿vamos a integrar a los que quedan fuera de los cánones establecidos, a los que se nos quedaron al otro lado de la frontera? Creo que es interesante pensar qué son los derechos y garantías constitucionales que tenemos como personas y como ciudadanos. ¿De dónde nace la idea de tener una especie de free pass para el supuesto mundo de la normalidad separadas ambas fronteras por escarcha fosforescente para delimitar quien es de uno u otro sector? Sí, es así, querámoslo o no, la historia de nuestra sociedad ha venido vendiendo desde el mundo de la educación: colegios, universidades, y centros de formación en general estas ideas a – valoricas (o disvalóricas), desde hace siglos, cabe entonces preguntarse ¿cuándo se termina y cuándo se pone fin a esta cadena de exclusión e intolerancia social?, ¿Cuándo se cumple el ciclo de la imperfección valórica? Habrá quizás que generar un movimiento pro - diversidad con mayores fuerzas y no realizar experiencias aisladas.

El error se repite, el “acto de la DISCRIMINACIÓN” por ignorancia, por omisión de un tema o por abuso de poder, se da a diario, el caso es que no hay quién supervise estos hechos, no hay sanciones REALES, no hay leyes REALES que protejan a las personas que son discriminadas. El tema de la DISCRIMINACIÓN ha teñido con sangre largos pasajes de la historia tanto local como internacional. Sabemos que el descontrol de la DIRCRIMINACIÓN y del abuso de poder genera daños incalculables, irreparables en muchos casos, dolor que se transmite genéticamente por generaciones, no hablamos aquí de literatura sino de vidas.

Anular el acto discriminatorio es deber de una sociedad que se llama democrática. En estado derecho se deben velar por las garantías de todos los ciudadanos, y no podemos permitir que existan ciudadanos de primera y segunda categoría. Dejemos esos errores al pasado, saltemos la vara y des - constituyamos esta sociedad ostracista, oscurantista… el cambio más real, concreto y significativo que se puede hacerse sobre una sociedad viene del hombre mismo. El hombre puede modificarse asi mismo, transformarse, pero para eso, hay que enseñarle, educarlo. Aprendemos, es cierto que aprendemos, pero los aprendizajes deben venir cargados de fuerza y verdad.




Hoy nuestro Teatro & Diversidad, busca generar un dialogo real entre nuestro nuevo teatro y las personas.

Aquí sólo hay que lograr ver lo que hay en cada actuación de nuestro teatro, en cada palabra de nuestros actores y actrices, en cada mirada que busca validarse por si sola, bajando las barreras desde el discurso real, rompiendo la ortopedia social que limita el pensamiento, generando con esto, el empoderamiento social de un grupo de personas que ha logra validarse por si misma sobre el escenario.



Andrea Markovits A.
Directora Teatro & Diversidad
http://www.laboratoriodesuenos.cl/ diversidad@laboratoriodesuenos.cl






No hay comentarios: